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La salud de las mitocondrias impacta en el envejecimiento saludable y las enfermedades crónicas

La inflamación crónica (inflammaging) se relaciona de forma directa con el estado mitocondrial. Longevitas e Ityos lanzan una línea de suplementos para preservar la salud micondrial al eliminar el exceso de radicales libres

La salud de las mitocondrias, los orgánulos celulares que generan la mayor parte de la energía química necesaria para activar las reacciones bioquímicas de la célula, se relaciona de forma directa con la longevidad, el envejecimiento saludable y las enfermedades crónicas, según una revisión de estudios realizada por Longevitas. «La mitocondria es la parte de las células donde se genera la energía necesaria para todos los procesos vitales y el mantenimiento de un envejecimiento saludable. La mitocondria es destruida o dañada por la generación de radicales libres a lo largo de la vida.  La suplementación ayuda a un correcto balance de la salud mitocondrial eliminando ese exceso de radicales libres», explica el doctor Óscar Aguilera, miembro del comité científico de Longevitas y director técnico en asesoramiento metabólico de la Clínica Ityos.

Una investigación publicada en el último número de la revista Aging and disease revela que actuar sobre la integridad mitocondrial es una intervención prometedora para promover un envejecimiento saludable y prevenir las enfermedades crónicas. Mientras que otro trabajo previo publicado en Cells relaciona la disfunción mitocondrial con la inflamación crónica relacionada con la edad (inflamación-envejecimiento o inflammaging). «Cuando hablamos de envejecimiento saludable a nivel celular, tenemos que pensar en dos estructuras. Las mitocondrias, donde se genera la energía para todos los procesos vitales y la protección de nuestros cromosomas. Las mitocondrias se protegen reduciendo los radicales libres que acaban dañando a la mitocondria, a ese órgano», añade el Dr. Aguilera.

Además, los cromosomas se protegen por unas estructuras llamadas telómeros. «Si imaginamos que el cromosoma es como un cordón, el telómero sería ese plástico que protege al cordón para que no se deshilache. El mantenimiento de estas estructuras teloméricas es también profundamente dependiente de los radicales libres. Cuanto menos radicales libres, mejor mantenimiento de los telómeros y un envejecimiento más saludable», precisa este experto.

Suplementación en salud mitocondrial
Con el objetivo de impulsar un estado óptimo mitocondrial, Longevitas ha lanzado junto a Clínica Ityos la línea mitocondrial, inicialmente compuesta por dos productos: MitoInmune y MitoHealth. «Las mitocondrias son el motor celular que transforma cada respiración, pensamiento y movimiento en energía vital», explica Ilona Calparsoro, CEO de Longevitas.

MitoInmune combina la vitamina C (acido l-arcórbico) con astrágalo y zinc. «Esta fórmula combina nutrientes esenciales y extractos naturales diseñados para fortalecer las defensas y optimizar la energía celular desde su origen: la mitocondria. La vitamina C actúa como un poderoso antioxidante, neutralizando radicales libres y protegiendo las estructuras celulares del daño oxidativo. El zinc bisglicinato, altamente biodisponible, apoya la función mitocondrial al participar en la síntesis de enzimas antioxidantes y en la reparación celular. El astrágalo añade un efecto adaptógeno, ayudando al organismo a resistir el estrés físico y mental, mientras que la lisina contribuye a la regeneración tisular y a la respuesta antiviral. Esta fórmula ofrece un apoyo integral al sistema inmune, combinando protección antioxidante, equilibrio energético mitocondrial y refuerzo de las defensas innata y adaptativa, para mantener al cuerpo fuerte, resistente y lleno de vitalidad», apunta el doctor Aguilera.

Por otra parte, MitoHealth reúne cuatro nutrientes que potencian la energía celular, protegen el corazón y apoyan un envejecimiento saludable. «Los dos protagonistas en el cuidado de las mitocondrias son la vitamina C (ácido L-ascórbico) y la coenzima Q10. La vitamina C llega hasta el interior de la mitocondria, donde actúa como un antioxidante clave, neutralizando radicales libres y favoreciendo un ambiente celular más limpio y eficiente. La coenzima Q10, por su parte, es esencial en la producción de energía mitocondrial (ATP). Además, protege las membranas celulares y contribuye a mantener la función del corazón y del sistema nervioso. Juntas, estas dos moléculas forman una dupla poderosa que impulsa la energía y retrasa el deterioro celular», añade este especialista. Además, «la vitamina B1 (tiamina) actúa como cofactor en el metabolismo energético, facilitando la conversión de nutrientes en energía útil, mientras que la vitamina K2 (MenaQ7®) apoya la salud cardiovascular y ósea al dirigir el calcio hacia los huesos y alejándolo de las arterias. Además, puede mejorar la función mitocondrial, reduciendo la pérdida de potencial de membrana mitocondrial, disminuyendo especies reactivas de oxígeno (ROS), favoreciendo biogénesis mitocondrial», precisa.

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