[ 👤 Enviado por: Alejandro Fuentes ]
El estrés laboral, el estrés familiar y el estrés ambiental son problemas importantes en las sociedades modernas.
Los seres humanos se desarrollan en un proceso constante de adaptación al medio ambiente, pero las reacciones de todos ante el estrés son desiguales.
El estrés provoca absentismo laboral, disminución de la productividad, accidentes de trabajo, trastornos psicológicos (depresión, ansiedad, trastornos de la sexualidad, etc.) y somáticos (enfermedades cardiovasculares, trastornos del sueño, metabolismo-colesterol, diabetes, respiratorios, neuromusculares, gástricos, etc.).
Una mejor prevención y manejo del estrés podría evitar la mayoría de estos problemas.
Entre las situaciones de la vida familiar, profesional y relacional, encontramos dos tipos de estrés: el estrés agudo y el estrés crónico.
El estrés agudo se produce cuando las molestias son intensas pero temporales, pueden repetirse a lo largo del tiempo e interferir con las actividades normales.
El estrés crónico, por otra parte, es un estado en el que la persona está permanentemente ansiosa y no puede escapar de una situación difícil y persistente. En respuesta, el cuerpo produce una hormona, el cortisol, y en caso de estrés agudo, la adrenalina. Para producir estas hormonas, el cuerpo, entre otras cosas, utilizará sus reservas de nutrientes esenciales. Después de varios meses de estrés consecutivo, la persona experimenta agotamiento físico y mental.
Muchos investigadores, han demostrado que el estrés crónico deprime el sistema inmunológico, que es responsable de la fagocitosis y la destrucción de células o microorganismos extraños. Entre otras cosas, la persona corre el riesgo de padecer una deficiencia de vitaminas y magnesio, lo que contribuye a un estado depresivo. En este caso, se recomienda una prueba para diagnosticar el posible agotamiento.
Para combatir el estrés, he aquí cinco consejos prácticos (estos consejos se dan sólo a título informativo, no sustituyen los consejos médicos o de especialistas):
- Revise su dieta, evite los estimulantes como el café, el té y los productos refinados (azúcar blanco, harina) y los productos industrializados. Fomentar una dieta remineralizante: frutas, frutos secos y verduras frescas.
- Tomar suplementos alimenticios como el cloruro de magnesio, el magnesio marino, el omega 3 y el quinton hipertónico (el hipertónico se revitaliza rápidamente).
- Rehacer la flora intestinal usando simbióticos (incluyen prebióticos y probióticos). En pocas palabras, los probióticos introducen bacterias buenas en los intestinos, y los prebióticos alimentan estas bacterias buenas y promueven el metabolismo. Los probióticos son responsables de la absorción de nutrientes y apoyan el sistema inmunológico. Los alimentos prebióticos y probióticos naturales son preferibles a las cápsulas. He aquí una lista de alimentos prebióticos: achicoria, ajo, alcachofas, puerros, cebollas, alcachofas de Jerusalén, chirivías, espárragos, diente de león, algas,… He aquí una lista de alimentos probióticos: kombucha, kéfir, kvass, todos los alimentos fermentados: chucrut, kimchi, encurtidos, miso, tempeh, vinagre de sidra orgánico, levadura de cerveza,…
- Utilice aceites esenciales como el de lavanda, mandarina o manzanilla en la difusión o el masaje (diluya bien las gotas en el aceite antes de su aplicación). ¡Ten cuidado, los aceites esenciales tienen instrucciones especiales de uso!
- Tomar un baño de sal marina antes de acostarse (1kg de sal para un baño) para relajarse.
¡Aquí hay una cura de rejuvenecimiento!
Las investigaciones también demuestran que el ejercicio físico puede ser tan eficaz, si no más, que la medicación en el tratamiento de la ansiedad y la depresión, a menudo inducida por períodos de estrés intenso y prolongado. La actividad deportiva actúa contra el estrés en varios niveles:
- A nivel de los tejidos (músculos, tendones, fascias) y las articulaciones
- A nivel del sistema inmunológico (que se estimula a menos que el deporte sea demasiado intenso)
- En el sistema cardiovascular (el estrés es lo primero que afecta al corazón).
- A nivel del metabolismo (el estrés libera ácidos grasos y carbohidratos que pueden ser quemados por el deporte)
- En el sistema hormonal (ayuda a restaurar el equilibrio hormonal perdido por el estrés)
- En estado psicológico (mejora el estado de ánimo y el bienestar general)
Sea cual sea la actividad, lo principal es moverse. El yoga y el pilates son actividades suaves que te permiten tener una progresión adaptada si vas a las clases.
El saludo al sol del yoga es perfecto: es una práctica muy completa que activa el cuerpo y aporta vitalidad.
Los estudios han demostrado que doce minutos de saludo al sol tienen el mismo efecto en el cuerpo que tres cuartos de hora de ejercicio aeróbico intensivo.