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Beneficios de la meditación ¿Por qué es importante?

Por qué es beneficiosa la meditación

¿Recuerdas la última vez que tuviste un momento de tranquilidad, te detuviste o incluso meditaste?

Las prisas constantes y el agobio conducen a la fatiga, al agotamiento tanto mental como físico. Encuentra un momento para ti cada día, descubre la magia de la meditación y calma la mente.

En este artículo, hemos preparado una guía para el mundo de la meditación.


¿Por qué empezar a meditar?

Estar presente y detenerse, pero también dirigir la atención hacia el interior, eso es la meditación.

Meditar mejora la concentración, el estado físico y mental, así como la calidad del sueño. La meditación ayuda a aliviar el estrés y a afrontar mejor las situaciones de crisis y los problemas. También sirve para encontrar la paz interior, pero eso no es todo.

«La meditación tiene un enorme beneficio en cuanto a que provoca una conexión con nosotros mismos, con nuestra esencia, pero también con nuestra fuente, lo que nos trasciende”. Es un estado en el que nos reencontramos con nosotros mismos, empezamos a vivir de nuevo con autenticidad, sin sucumbir a los patrones aprendidos, y sólo entonces nuestra existencia adquiere su dirección y podemos entender y vivir nuestra misión.

Los efectos a largo plazo incluyen un aumento de la calidad de vida, un mejor conocimiento de uno mismo, una conexión y una mejor comunicación con el cuerpo, pero lo más importante es la comprensión de que lo que ocurre delante de nuestros ojos no es la única y completa realidad. Esto da a nuestra vida una nueva dimensión, una nueva dimensión, literalmente.

¿Por qué empezar a meditar?


¿Cómo hacerlo?

Ponte ropa cómoda, siéntate o túmbate, idealmente manteniendo la espalda recta. Haz la meditación con una intención clara, como calmar, sanar, conectar, obtener información o liberar el estrés y la tensión.

Al hacerlo, es importante abrirse a lo que pueda surgir. Nuestra conciencia nos guiará a través de la meditación por sí misma si no la obstaculizamos juzgando y evaluando con nuestra mente.

Medita gradualmente, nadie dice que tengas que pasar varias horas al día meditando. Márcate objetivos más cortos, incluso de pocos minutos. También son adecuadas las meditaciones guiadas en las que un mentor te guía a lo largo de todo el proceso.

Pero cuando meditas, ¿sientes que no puedes detener el flujo de pensamientos y que el más mínimo movimiento o cualquier otra cosa te distrae de la intención de la meditación?

Si te centras en no tener pensamientos, creas resistencia, lo que también dificultará la meditación. Al principio es mejor observar los pensamientos, porque siempre estarán ahí.

Al saber de dónde viene cada uno, puedes elegir más fácilmente a cuáles darles tu atención y energía. Esto también es muy importante en la vida cotidiana, no sólo en la meditación.

Los pensamientos dan forma a nuestra realidad. Si aprendes a reconocerlos y a ordenarlos, en lugar de reaccionar ante ellos y dejar que te controlen, te conviertes en el creador de tu propia realidad, y ése es uno de los propósitos de la meditación. No somos el creador de los pensamientos, sino el observador de los mismos.

Centrarse en la respiración y observarla puede ser una gran ayuda en el proceso de meditación. No te tomes la meditación como una necesidad, sino como una experiencia placentera en la que puedes relajarte, desconectar y desconectar. Mejore estos momentos con música agradable o velas aromáticas.


¿Con qué frecuencia hacer la meditación?

El objetivo no es sentarte en una cueva o en un templo, dejar la vida cotidiana y dedicarla a la meditación, sino que debemos ser capaces de llevar los efectos de la meditación a nuestra vida y vivirlos.

Para ello, la regularidad y la determinación son buenas. «Recomendamos meditar todos los días, aunque sea durante unos minutos, en silencio antes de acostarte o por la mañana después de despertarte. También puedes probar, por ejemplo, conectar con tu propio corazón y obtener respuestas a diferentes decisiones para estar realmente en sintonía con nosotros y nuestro bien más elevado, u otras mediaciones temáticas.

La meditación no sólo consiste en calmarse, sino que a través de ella también podemos comunicarnos con los animales o con nosotros mismos a distancia, por ejemplo, podemos «programar» todo lo que nos rodea y que conforma nuestra realidad, por lo que nos llevará a más y más diversidad en sí misma, cuanto más tiempo la practiquemos y más notemos los cambios reales que empiezan a producirse. Intenta tomarte un momento para ti esta noche, sólo para ti y tu ser, alma y cuerpo te lo agradecerán.

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