[ 👤 Enviado por: Álvaro Luzardo ]
Los propios médicos suelen equivocarse: el 71% cree que los pacientes no están interesados en perder peso.
Decirle a una persona obesa que «coma menos» para resolver su problema de peso es como decirle a un alcohólico que deje de beber para eliminar su adicción. No es tan simple.
La idea de que el control del peso está determinado únicamente por la voluntad tiene efectos mortales en el curso del tratamiento: no sólo hace que el paciente sea menos propenso a buscar ayuda, sino que también aleja a los médicos del sentido de la responsabilidad.
La brecha entre las personas diagnosticadas con obesidad (30%) y las que están en terapia (4%) es comprensible también a través de la actitud de algunos profesionales que tratan el problema como una elección y no como una patología: según estudios el 71% de los terapeutas creen que los pacientes no están interesados en perder peso, mientras que sólo el 7% afirman estarlo. «Esta brecha parece ser una de las causas de la falta y el retraso en el inicio de la terapia, que en promedio es de alrededor de seis años«.
Contenidos interesantes en este artículo:
¿Por qué es difícil tratar la obesidad como una patología, como el hipercolesterolemia o la diabetes de tipo 2?
«Porque el cuerpo obeso, debido a una herencia cultural que aún se vive, es visto y encontrado culpable. El resultado de algo que la persona hace, pero lo que no se debe hacer: es comer. Si un médico adopta una actitud juiciosa y evalúa el exceso de peso como culpa y falta de voluntad, subestima el problema y lo transfiere a los hombros del paciente, que es incapaz de arreglárselas por sí mismo».
¿Qué debe hacer un profesional frente a una persona obesa?
«El proyecto terapéutico para tratar la obesidad consiste esencialmente en cambiar los estilos de vida, prescribir la actividad física, la educación alimentaria, si se necesitan medicamentos, y la psicoterapia.
El apoyo psicológico es esencial, ya que estos pacientes a menudo se avergüenzan, no sólo de hacer deporte, sino también de ir a las citas con el médico y de desvestirse. Por lo tanto, es crucial que los profesionales de la salud no emitan juicios, ni directa ni implícitamente».
La familia también puede ser estigmatizada
«Es un punto delicado. Lo mejor sería tener acceso a un centro formado por un equipo multidisciplinario, que involucre no sólo a niños sino también a la familia completa. Porque no olvidemos que los niños y adolescentes comen en la misma mesa que los padres. Además de dificultar el tratamiento, ¿Qué efecto puede tener la actitud juiciosa de un médico o de un padre en un paciente joven?
«Puede estimular la aparición de trastornos alimentarios, como los atracones, la bulimia o la anorexia, porque un niño y un adolescente obeso, sintiéndose sujeto al estigma y la humillación social, empiezan a verter todas las emociones en la comida. La obesidad infantil y adolescente es un importante factor de riesgo de estos comportamientos«.
Según los últimos estudios, el exceso de peso afecta a 1 de cada 4 niños. Y la proporción casi se duplica entre los adultos, llegando al 46,1% entre las personas de 18 años o más.
¿Cómo erradicamos la visión de la obesidad como una opción?
«Educando y concienciando. En primer lugar, sobre los profesionales de la salud, que deben reconocer el comportamiento juicioso, si lo tienen, y aprender a acercarse a un paciente sin que éste interfiera.
El aspecto de la comunicación en el cuidado de la salud es un elemento vital para todas las enfermedades (oncología, diabetes). Junto con el trabajo sobre los trabajadores de la salud, es importante estimular un cambio de mentalidad en los colegios, los entornos deportivos y las familias. Es importante enseñar a no culpar a la apariencia y a la diversidad física. El aumento de la autoestima protege y previene muchos comportamientos de riesgo, incluyendo la búsqueda de comodidad en la comida.
¿Ayudas a combatir el estigma el reconocimiento de la obesidad como patología crónica en Europa?
«El reconocimiento llegó más tarde de lo que la Organización Mundial de la Salud ha estado diciendo durante años. Sin embargo, en Europa sólo se nos unen los Países Bajos, Portugal y Alemania. Con la definición de enfermedad crónica, el Ministerio de Salud se ha comprometido a invertir en acciones preventivas y en el control de la obesidad. También porque se trata de una enfermedad en la que la prevención puede marcar la diferencia: al tratar a los niños y adolescentes obesos a una edad temprana, reducimos drásticamente el riesgo de tener adultos diabéticos con esteatosis hepática o trastornos metabólicos».