[ 👤 Enviado por: Verónica Rodríguez ]
Durante mucho tiempo se pensó que las personalidades estaban fijas cuando se llega a los 30 años.
Pero las últimas investigaciones sugieren que cambian a lo largo de las vidas, y traen algunos beneficios sorprendentes.
Todos estamos familiarizados con la transformación física que conlleva el envejecimiento: la piel pierde la elasticidad, las encías retroceden, la nariz crece, los pelos brotan en lugares peculiares, mientras que también desaparecen por completo de los demás, y esos preciosos centímetros de altura a los que nos aferramos empiezan a escurrirse.
Ahora, después de décadas de investigación sobre los efectos del envejecimiento, los científicos están descubriendo otro cambio más misterioso.
«La conclusión es exactamente ésta: que no somos la misma persona durante toda la vida«.
Lejos de estar fijado en la infancia, o alrededor de los 30 años, como los expertos pensaron durante años, parece que las personalidades son fluidas y maleables, has pensado de ¿Cuál es el mejor momento de la vida?
A la mayoría de las personas nos gustaría pensar que las personalidades son relativamente estables a lo largo de la vida. Pero las investigaciones sugieren que este no es el caso.
Los rasgos son siempre cambiantes, y para cuando estamos en los 70 y 80 años, se ha experimentado una transformación significativa. Y aunque se acostumbra a expresar el envejecimiento en términos de deterioro y decadencia, la modificación gradual de las personalidades tiene varias ventajas sorprendentes.
Nos volvemos más concienzudos y agradables, y menos neuróticos. Los niveles de los rasgos de personalidad de la «Tríada Oscura», el maquiavelismo, el narcisismo y la psicopatía también tienden a bajar, y con ellos, los riesgos de comportamientos antisociales como el crimen y el abuso de sustancias.
Las investigaciones han demostrado que nos convertimos en individuos más generosos y confiados. La fuerza de voluntad aumenta y desarrollamos un mejor sentido del humor. Finalmente, las personas mayores tienen más control sobre las emociones. Se puede decir que es una combinación ganadora, y que sugiere que el estereotipo de las personas mayores como malhumorados y cascarrabias necesita alguna revisión.
Lejos de estar fijado en la infancia, o alrededor de los 30 años, como los expertos pensaron durante años, parece que las personalidades son fluidas y maleables. «La gente se vuelve más amable y más adaptada socialmente». «Son cada vez más capaces de equilibrar las propias expectativas de vida con las demandas de la sociedad.»
Los psicólogos llaman al proceso de cambio que ocurre al envejecer «maduración de la personalidad». Es un cambio gradual e imperceptible que comienza en la adolescencia y continúa por lo menos hasta la octava década en el planeta. Curiosamente, parece ser universal: la tendencia se observa en todas las culturas humanas, desde Guatemala hasta la India.
«En general, es polémico hacer juicios de valor sobre estos cambios de personalidad», «Pero al mismo tiempo tenemos pruebas de que son beneficiosos». Por ejemplo, la baja estabilidad emocional se ha vinculado a problemas de salud mental, a tasas de mortalidad más elevadas y a divorcios. Mientras tanto, pareja de alguien con un alto nivel de conciencia probablemente será más feliz, porque es más probable que lave los platos a tiempo y es menos probable que engañe a la pareja.
Sería razonable pensar que este continuo proceso de cambio haría que el concepto de personalidad no tuviera sentido. Pero eso no es del todo cierto.
Eso es porque hay dos aspectos en el cambio de personalidad: cambios promedio y cambios relativos. Resulta que, mientras que las personalidades cambian en cierta dirección a medida que se envejece, lo que somos en relación con otras personas del mismo grupo de edad tiende a permanecer bastante estable.
Por ejemplo, es probable que el nivel de neuroticismo de una persona disminuya en general, pero los más neuróticos de 11 años siguen siendo generalmente los más neuróticos de 81 años. Estas clasificaciones son características más duraderas, y se distinguen de todos los demás.
«Hay un núcleo de lo que somos en el sentido de que mantenemos las clasificaciones en relación con otras personas hasta cierto punto». «Pero en relación a nosotros mismos, las personalidades no están grabadas en piedra, podemos cambiar.»
Las investigaciones sobre los centenarios japoneses han revelado que tienden a obtener una alta puntuación en cuanto a conciencia, extraversión y apertura.
¿Cómo se desarrollan estos cambios de personalidad?
Debido a que la maduración de la personalidad es universal, algunos científicos piensan que lejos de ser un efecto secundario accidental de haber tenido más tiempo para aprender las reglas, las formas en que nuestras personalidades cambian podrían estar programadas genéticamente, tal vez incluso formadas por fuerzas evolutivas.
«La gente se ve obligada a cambiar el comportamiento y, con el tiempo, a ser más responsable. Las personalidades cambian para ayudarnos a afrontar los retos de la vida».
Pero, ¿qué sucede cuando llegamos a una edad muy avanzada?
Hay posibles de estudiar cómo se cambia a lo largo de la vida.
Es tomar un grupo grande de personas de muchas edades diferentes, y luego ver cómo las personalidades son diferentes. Un problema con esta estrategia es que es fácil confundir accidentalmente los rasgos generacionales que han sido esculpidos por la cultura de un período de tiempo determinado, como la mojigatería o una inexplicable adoración de las cremas de natillas y el jerez, con los cambios que ocurren a medida que se envejece.
