[ 👤 Enviado por: José Cordero ]
Aquí hay 10 ideas simples y efectivas para tu bienestar físico y mental diario:
- Bebe mucha agua: El agua caliente con limón, jengibre o infusiones de hierbas son preferibles al té y al café.
- Come verduras y frutas frescas: Evita los alimentos enlatados, preparados y congelados, así como los productos industriales que requieren más trabajo para tu sistema digestivo y son nutricionalmente pobres.
- Camina, usa las escaleras en lugar del ascensor: Salta unos minutos en el lugar para activar y desintoxicar tu sistema linfático.
- Relájate un momento: Tomar un micro descanso. Desacelera unos momentos y observa tu respiración, tus pasos, tus gestos…
- Escucha a tu cuerpo: Escucha la sabiduría del cuerpo que sabe lo que es correcto para ti. Tómate tiempo para interiorizar, para observarte a sí mismo, para meditar.
- Sonríe delante de un espejo: Sonríe lo más ampliamente posible, exagera, activa tus músculos cigomáticos 10 veces para estimular positivamente tu cerebro.
- Concéntrate en lo que conecta, no en lo que separa: Conectar con la naturaleza, estar lo más posible en contacto con el suelo, la tierra, sentir el vínculo de interdependencia entre todos los seres vivos.
- Consume los medios de comunicación y la televisión con moderación: Limítate a la información esencial, encuentra más fuentes de nutrición para la mente. El bombardeo constante de la mente con imágenes, sonidos e información perturba el sistema nervioso y refuerza la agitación mental.
- Vivir en un ambiente de apoyo, en línea con tus valores: Como dijo Gandhi: «Sé el cambio que quieres ver en el mundo«. A través de la resistencia pacífica, Gandhi encarnó el concepto yóguico de ahimsa, que se traduce en la no violencia hacia los demás y hacia uno mismo.
- Conéctate con amigos, comparte, ríe, celebra juntos: Finalmente estar en el sentimiento de gratitud ayuda a conectar con los sentimientos positivos.
Contenidos interesantes en este artículo:
Aquí hay una breve meditación de gratitud
- Primero, siéntate en una posición cómoda, en el suelo o en una silla, con la columna vertebral recta.
- Una vez que te sientas cómodo, inhala y exhala profundamente varias veces.
- Entonces observa tu respiración tal como es, sin tratar de cambiarla. ¿Puedes notar si tu inhalación es más larga que tu exhalación o viceversa?
- Ahora empieza a igualar tu inhalación y exhalación para que tengan el mismo ritmo. Si, por ejemplo, tus inhalaciones son más largas, alargue tus exhalaciones en silencio.
Gratitud por tus cinco sentidos
- Entonces enfoca tu atención en tus oídos y en lo que escuchas: Agradece tus oídos que funcionan bien y te permiten escuchar las voces y las risas de tus seres queridos, música hermosa…
- Ahora concéntrate en tu nariz y en tu sentido del olfato: Agradece que tu sistema olfativo te permite oler las fragancias y los olores que te gustan.
- Ahora ofrece toda tu gratitud a tus papilas gustativas: a tu lengua y a tu boca para que puedas probar los muchos alimentos y disfrutar de todos los sabores del mundo.
- Ahora observa lo que sientes a través de tu piel: la temperatura del aire, la textura de la ropa, materiales agradables a tu alcance.
- Y ahora da las gracias a tus ojos: Manteniendo los ojos cerrados, envía ondas de gratitud a tus ojos para que puedas ver el mundo que te rodea, la naturaleza, las sonrisas, la belleza…
- Respira profundamente y nota lo que sientes en tu corazón: Disfruta al máximo de tus cinco sentidos y conéctate con un sentimiento de gratitud en tu corazón.
La gratitud a las personas importantes en tu vida
Luego, piensa en alguien en tu vida a quien amas: Imagina a esa persona sentada frente a ti. Míralos sonriendo y, a través de tu corazón, agradéceles por estar en tu vida. Repite esto con toda la gente que quieras. Imagina a tus seres queridos y cúbrelos de amor, simplemente porque existen.
Piensa en alguien que te haya facilitado la vida o que te haya mostrado el camino. Agradézcale a él o a ella todo lo que han hecho para ayudarte.
Finalmente, respira profundamente y reúne a todos los que están en tu vida en tu corazón y dales las gracias.
Agradecimiento por tu comodidad material
Ahora agradece la casa en la que vives y todas las comodidades que ofrece para protegerte y mantenerte a salvo. Agradece el agua corriente en tu cocina y baño, la electricidad para la calefacción, la iluminación, la cocina,…
Aprecia todas tus posesiones materiales, tu ropa, tus libros y todos tus artículos comprados, tu abundancia.
Ahora presta atención a los objetos a los que estás apegado/a, como joyas especiales. Agradece tus posesiones que tienen un significado especial para ti, aprecia los recuerdos que guardan.
Gratitud por el momento actual
Respira profundamente y conéctate en este mismo momento. Abre los ojos, mira a tu alrededor y ofrece tu gratitud por cualquier cosa que te permita meditar tranquilamente en este momento.
Agradece todo lo que tienes: tu salud, tus habilidades físicas, tu buena condición de vida…
Entonces respira profundamente y sonríe: Lleva tus manos al corazón como si estuvieras haciendo una oración y termina tu meditación con este gesto. Observa cómo te sientes y disfruta de esta gratitud.